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Día 20. Antananarivo – Seychelles – París

Buenos díasssss!!!!!!!!! No me gusta que sea el ultimo día, pero la verdad es que nos hemos levantado como nuevos después de remolonear mucho rato en la cama y hemos bajado a desayunar tras una ducha de unos 20minutos por persona. :P

Oru ya está listo y baja antes para pedir el desayuno. Si ayer me metía con lo majos que son los camareros que había ayer en el bar piscina hoy me toca hablar de lo majisimas , sonrientes y simpáticas que son las camareras que hay en la otra terraza, la que está donde el restaurante. Si son unos lacios hay que decirlo, pero si no lo son también, y estas chicas eran como poco abrazables.

Tras pagar la cuenta del hotel aun nos queda dinero por gastar, así que iremos a por un par de camisetas para Oru y una para mi que vimos ayer y no nos animamos, aun así nos sobra dinero y decidimos que lo usaremos en el aeropuerto para comprar tabaco, una pegatina y algunas chuches para Oru.

Cargados hasta los dientes con todo perfectamente embalado montamos en un taxi al que pagaremos lo mismo que para venir. Si a Oru no le han dado 10 infartos en el camino al aeropuerto no le ha dado ninguno. Parece que no avanzamos y no es por que el taxista no aproveche cualquier hueco para adelantar, es simplemente porque estamos todos a la vez en la calle y en coche.

Monika está igual que Oru, cuando son dos es mejor no decir nada y punto. Hemos salido del Hotel a las 11:30h y cogemos el vuelo a las 15:15h, nos tiene que dar tiempo por narices. O de chiripa porque llegamos a la 13h al aeropuerto, salimos del taxi y volamos a por las tarjetas de embarque.

La chica es lentaaaaaa, ademas nos ha dicho que no nos da las tarjetas de embarque de Seychelles a París a pesar de ser con la misma compañía y que nos las darán allí. Es la primera vez que nos pasa volando con la misma compañía. Oru que no es nada aprensivo ni apocalíptico ya está diciendo que esto no es normal y que esta tía no se entera de nada. Si, se entera si. Vaya que si se entera la muy zorra maja.

Pasar el control del aeropuerto es un infierno de lentitud y nosotros que pensábamos llegar con tres horas al aeropuerto, ilusos!! Aquí hay mas mora mora que en todo el país junto, y se nota en la forma apática que tienen los trabajadores del estado de mirarte el pasaporte.

He llegado al tope de mi paciencia y me irrito ya con cualquier nimiedad, como por ejemplo:

En el aeropuerto solo hay un duty free en el que vendan tabaco, no tienen tabaco malgache y NO SE PUEDE PAGAR EN ARIARYS. El hombre es borde y seco.

En la tienda de chuches y cosas varias de comer las cajeras (encima hay dos) han sufrido una embolia recientemente y por eso ahora se mueven lentamente, como un astronauta en la luna.

Las cosas en el aeropuerto cuestan de media un 400% mas que en la calle, que ya es decir.

El precio de todo lo que hay en el aeropuerto está únicamente en euros, y el cambio te lo hacen a 4.000ar cuando lo normal es que te lo hagan a 3.500/3.600ar.

Comprar unas patatas fritas, unos m&m y unas gominolas te cuesta 22€. Mas de lo que has pagado por la habitación hoy.

Con el consiguiente cabreo por todo, el tráfico, la cola, seguridad, control de pasaportes y las tiendas monto en el avión echando espumilla por la boca. Oru intenta apaciguarme, y con mi librito en la mano ya casi se me ha olvidado.

Pero como buena detective de mentira que soy, me fijo en una de las azafatas con cara de pez y ojos de loca, no solo la miro por lo característico de su cara, hay algo en ella raro. Bien pues no es nada raro, no es una loca que nos va a hacer volar por los aires, solo es una mala azafata con cara de perro que le habla en modo negra chunga del bronx a los pasajeros, llama a los pasajeros que no la están haciendo caso porque están haciendo otra cosa con chasquidos de dedos, pega leches a los portaequipajes y empuja a los pasajeros con mala leche para que se aparten. Joder, esto si que es tener cero amor por tu trabajo…

Al poco rato de haber despegado ya nos están alimentando, digo alimentando porque la azafata-pez nos tira la bandeja encima de la mesita como si estuviéramos en la mili. Los primeros en ser alimentados son los vegetarianos o los que tienen alguna alergia. De repente empiezan las turbulencias, yo me asusto como un gatico frente a punto de ser lanzado al agua, nuestra compañera de fila (la que Oruga dice que es igual que Hermione la de Harry Potter y que se parecen como un huevo a una castaña) ha cambiado su tono dorado por un blanco grisáceo y se aferra a los reposabrazos como si la hubieran encadenado.

Los primeros minutos Oru va bien, soportando como le arranco el brazo por el susto, pero cuando las azafatas sueltan los carros de comida y se atan casi gritando “muerto el último” los cinturones de seguridad, Oru empieza a hacer juego con la no-doble de Hermione.

Somos una pareja bien avenida, así que yo ahora me como el miedo con patatas e intento tranquilizar a Oru que se ha convertido en Ingeniero aeroespacial experto en aviones y dice que volamos demasiado alto que normalmente las nubes están mucho mas altas. :D :D :D

Las turbulencias duran mucho rato, demasiado, y no hay ni una triste palmada en la espalda por parte de las azafatas y/o el piloto para decirnos que hay tormenta o que estamos atravesando unas turbulencias pequeñitas pero que no nos preocupemos, esto hace que el miedo aumente.

Cuando disminuyen las turbulencias vuelve la azafata-pez y alimenta al resto, cuando acabamos parece que leemos, pero en realidad estamos pensando cuantas horas de prácticas de vuelo reales tiene el piloto, y si aquí se pilota igual que se conduce, que eso lo explicaría todo.

Nadie aplaude cuando llegamos, lo único que se ve cuando hacemos tierra es a la azafata-pez apartando gente y atizando a un pasajero con su maleta. Está sacando las maletas de las azafatas lo primero de todo y sin miramientos, debe ser que ha quedado con medusa y tritón para tomar algo, y de ahí las prisas.

En Seychelles no hay paro. Todos los habitantes de allí trabajan en el cutre aeropuerto. Cuando bajamos hay una cola de impresión para pasar por el arco de seguridad, por el que puedes pasar como quieras, de uno en uno, de dos en dos, como tu veas, también puedes pitar y los de seguridad que se han comido tres limones antes de entrar a trabajar ni te van a mirar, ellos solo están allí para molestar y decelerar la cola.

Entre hacer la cola, pasar por el arco y llegar al mostrador donde nos darán la tarjeta de embarque ha pasado una hora y media, con todo lo que hemos tardado le ha dado tiempo a llegar otros dos aviones mas que se confinan en el pequeño y caluroso espacio de la cola.

Evidentemente cuando nos atienden no hay sonrisa, ni buenas tardes, ni leches en vinagre le preguntamos si hay sitio para ir los dos juntos en los asientos laterales, esos que son de dos, y nos dice que si. Pero no nos dice que no nos los va a dar, que los hay pero que pasa de nuestra cara.

Para cuando montamos en el avión yo tengo treinta canas nuevas y Oru me grita para tranquilizarme, es una postura nada recomendable para hacer con una persona enfadada, porque lo mas que te puede pasar es que te arranque la cabeza de una patada voladora, se coma tus orejas sin pasar por el fuego ni nada y te rompa las rodillas a golpes con la cuna del niño llorón de la primera fila.

Suerte que el avión va casi vacío y me cambio al asiento de atrás para poder continuar un vuelo sin bajas… :P

AIR SEYCHELLES ES LA PEOR COMPAÑIA EN LA RECUERDO HABER VOLADO. Recomendable: -80

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