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África Madagascar (2015) Viajes

Día 5. Descenso del Tsiribihina – Cascada Tsiribina – Poblado perdido

Lo de que la arena es blandita es en otra playa, porque esta noche parece que hemos dormido en el Gran Cañón del Colorado!

Aquí se celebra el Festival anual de ranas croantes, algo así como el Primavera Sound de las ranas malgaches, y como no lo sabíamos no leímos el programa, pero no pasa nada aun sin publico las tenaces ranitas comenzaron su concierto de madrugada, lo hacían muy bien y le ponían muchas ganas, porque en varios momentos yo creí que había un par de ellas disfrutando de su minuto de gloria dentro de la tienda.

Yo remoloneo un rato mas, porque yo siempre remoloneo, pero espabilo de un salto ficticio en cuanto escucho la palabra «panqueque»!!

Son las 7 a.m y aunque me quedaría en la tienda un ratito mas, sobre todo porque hace frío, pero salgo a por los prometidos panqueques. Es mentira, no hay panqueques, es solo una estrategia de Oruga para que saque mi culete de la tienda y podamos desayunar… No me gusta tu actitud Oruga, y la ira de la mosca malgache caerá sobre ti!
Envuelta aun en la mantita del avión salgo a mirar el espectáculo exterior, el río marrón, las montañistas, y los selváticos árboles nos dan los buenos días, no está mal para empezar el día!
Nuestros remeros y nuestro guía – acompañante nos han montado ya el desayuno. (A veces te sientes un poco esclavista con estas cosas, pero intentan convencerte de que es su trabajo. Aun así da un palo de morirse)
El karma es bueno y a pesar de no haber panqueques nos premia con un huevo frito con puntillita y todo, muy bien Max vas mejorando!!!
Antes del deseado baño hay que pasar a hacer pipí, porque en mi caso cualquier otra cosa sería imposible. Le Toillete es una asquerosa letrina enclenque que no han vaciado ni tapado con ambipur desde la colonización Francesa, no hay fotos, porque hay cosas que es mejor dejar para la imaginación, pero la imagen en nuestra cabeza de la escena de Slung Dom Millonaire Xxxxx definen perfectamente la sensación que tienes al acercarte. No pasa nada, será por monte!
El camino a la cascada es rocoso y lo mejor es hacerlo con chanclas de dedo como nosotros. Somos de esas personas que van súper preparadas allá donde vamos!
El camino de unos 5min es fácil y si tienes ojos y no sigues a Oruga intrépido es sencillo de seguir. Si has optado por seguir a Oru te cuesta unos arañazos mas y algún que otra torcedura, pero nada importante.
Finalmente llegamos y en menos que salta un lémur ya estamos en el spa natural que nos ofrece la cascada.

En un par de días hemos incumplido todas y cada una de las recomendaciones que te hacen en el centro de salud internacional y enfermedades tropicales, y hoy toca saltarse el «no te bañes en agua dulce», pero claro estas normas las hace un señor que ha venido aquí (con suerte) en un barco de oro, con ducha y potabilizadora de plata y es abanicado por 10 Vírgenes, no como nosotros así que entre la cantidad de mierda que llevamos ya y el calor que ha empezado a hacer de repente la cascada es el equivalente a que te hagan un masaje a seis manos y nos pasamos por los sobacos la recomendación del agua dulce.
No hemos muerto desnucados y eso es de premio porque el río de agua cristalina tiene el fondo liso y resbaladizo. Ya nos vamos y no parecemos los mismos que hace media hora, vamos despiertos, limpios y enérgicamente preparados para poner nuestro culo en Mariana La Canoa y derretirnos el medio del río.

De repente es la hora del lémur y en el pase de las 9:00h los cuidadores del parque les dan de comer plátanos para que bajen de los árboles y podamos verlos a menos de 10cm de nosotros.

No es la forma en la que mas me gusta ver a los bichejos pero al menos no los tienen atados, solo maleducados.

Yo no soy partidaria de acariciar ni tocar bichos en general, pero la intrépida Mónica decidió hacer rabiar un poco al lémur dandole y quitándole el plátano, y claro mono cabreado, mordisco asegurado! Menos mal que no fue a mas y a día de hoy no está ni loca y echa espumilla por la boca.
Para ver toda la gran información de vida y milagros de los lémures léete una guía, la enciclopedia de animales malgaches o busca en la wikipedia, yo solo os diré por ahora que son Xxxxx viven en los árboles y los marrones por ejemplo bajar a beber al río (ya hay que tener sed), los blancos se quedan el las ramas de los árboles y chupan el tronco. Eso quiere decir que no son muy colegas porque sino de la que baja al río uno marrón el blanco que no quiere mancharse que le de un vaso y que le pida que a la vuelta le suba agua!

A lo que voy, que son unos animalejos muy monos, que precisamente parecen monos de cuerpo, pero de cara parecen perros «ni su» de lo despiertos y curiosos que parecen.
La jornada de canoa empieza de nuevo y hoy Mariana carga hacia la izquierda y como yo estoy acostumbrada a que ayer cargara a la derecha hoy tengo que volver a empezar para aprender a relajarme y no morir por haber volcado en el agua marrón mierdoso o devorada por los cocodrilos.

Hoy voy en el medio y el asiento es más cómodo y la sensación de que la canoa va a volcar menor, aún así el pobre Oru se come mas de una bronca por estar pidiendo cosas todo el día y por cambiar de postura como lo haría el increíble Hulk. 😜
El calor es infernal y el sol está pleno de energía, quizá si hubiéramos salido a las 6 am en vez de a las 9:15h ahora no seriamos un amasijo de huesos y carne recalentada, ya no nos queda ni un rincón por donde sudar y estamos al borde de la lipotimia. Seguimos poco a poco bebiendo agua, pero lo hacemos únicamente para hidratarnos y no morir, porque el agua está para hacer té.
El paisaje de hoy va cambiando y ya no es como el de ayer por la tarde, poco a poco va tornándose marrón-grisáceo y la espesa vegetación deja paso a desolados campos en los que los árboles son los mas buscados tesoros.

Por todo el camino hay niños bañándose, mujeres lavando ropa y hombres plantado o reparando algo. Todos y cada uno de los que nos ven nos saludan. Tímidamente los adultos y al grito de Vazahhh los niños, pero ambos con una sonrisa.
Max nos avisa de que pararemos a comprar ron malgache, y así aprovecho para comprar tabaco (4.000 ariaris). Nada mas llegar una avalancha de niños nos rodea al grito de Vazahhhhh!!! Todos nos piden las botellas de agua vacías y nada mas desembarcar me han crecido dos amigas, una de unos 3 o 4 años y la otra de unos 8. Marlene la mas mayor habla algo de francés la pequeña, solamente malgache. Ambas me llevan cogidas de la mano y me tocan y me miran el brazo sin decir nada, pero no se sueltan. Al unirnos al grupo veo que tanto a Mónica como a Soraya también le han crecido unas ahijadas que las llevan de la mano por todo el mercado.

Oru lleva m&m así que les da a las niñas que nos acompañan, parece que a Marlene no le gustan mucho, pero la pequeña zampándoselos poco a poco. La palabra «bombón» no tardará en extenderse entre todos los niños del pueblo pero mientras Marlene ha cogido a Oru con la otra mano. Esta niña es lista, ya tiene a dos vazah conquistados!
En el poblado no hay ni una sombra, y debemos estar a unos 45°C, así que tras dar una vuelta por el pequeño mercado, hemos decidido dar por concluido nuestro pase de las 12h, porque somos como los lémures, nos sacan nos pasean y nosotros dejamos que nos miren sin pudor.

Marlene baila una música de fondo, yo la sigo un poco, evidentemente ella lo hace mucho mejor, pero al menos se ríe de mi un rato, eso es el equivalente al club de la comedia en la programación de Vazah de hoy.
Justo antes de irnos Marlene me pide a través de Guillem porque yo no la entiendo, jabón. Joder jabón, no otro bombón, no quieren ni mi pulsera ni mis gafas ni cualquier otra cosa que lleve a la vista, pide jabón. El alma se me cae al suelo al decirle que no tengo, a la niña también se le cae.

En ese momento se oye un montón de niños gritar y correr y veo a Oru siendo trepado como por hormigas que le van cubriendo… Que ha pasado? Ha sacado los bombones que le quedaban y los niños le acosan y se han empezado a dar de tortas entre ellos por los m&m!

Finalmente Oru suelta la bolsa y deja que la suerte o la ley del más fuerte decida para quien son los m&m.
El camino se hace duro y se hace para nosotros, para nuestros remero hiperfibrado ni te cuento. Ya he vuelto al modo zen y mientras Oru va delante como una geisha con su sombrillita leyendo yo voy espachurrada mirando el paisaje y viendo la poca fauna que hay, algún águila, un pájaro azul y naranja y varios tipos de pájaros, que parecen pequeñas garzas, pero Max que no es una persona participativa ni a la que le guste hablar pasa de darnos datos sobre las especies en general y sobre los pájaros en particular.
Ya es la hora de comer y llevamos mas de 5h en la canoa, así que ha llegado la hora de comer. Paramos nuestras canoas en un pequeño poblado no sin antes meter las piernas hasta la rodilla en el fango del río al bajar de la canoa. Ahora los pantalones de Oru ya son color arcilla. Yo en cambio en contra de las recomendaciones otra vez voy en pantalones cortos y chanclas, porque total si me voy a empapar, mejor no tener llevar la ropa embarrada todo el día.

A la vez que nosotros llegan el griego que viaja con su hija y allí se sienta en una manta contigua, su hija saca el iPad para jugar y niños y adultos se acercan curiosos, aquello no es una cámara y dudo mucho que hayan visto algo así tan de cerca. El padre insta a la niña a que se acerque a los críos y les enseñe, ella no esta muy convencida, pero el angry birds hermana a varias generaciones de personas diferentes, muy diferentes. Los niños que tocan la tablet están flipados y los adultos que miran, aun mas. La niña les pone una app de dibujar y ahí ya si que están alucinado, dibujan y desaparece… Susto! Risas! Vuelta a empezar.

Mientras esperamos y hablamos, somos sometidos a un estricto análisis por parte de los habitantes del poblado, te miran y te sonríen. En este poblado serán unas tres familias, en total habrá unos 12/15 niños y muchos de ellos estaban currando como adultos cuando llegamos. Dos bebes lactantes preciosos están enganchados a sus mamis que nos los muestran orgullosos, ternura a raudales como poco.
Hoy tenemos espaguetis con verduras para comer que están buenos a pesar de que saben mucho a jengibre. Aquí toda la verdura lo lleva y por lo visto esta bien por que el jengibre es un desinfectante natural, pero a mi es que me sabe a jabón…
Cuando acabamos, aun queda mucha comida, le preguntamos a Max nuestro guía silencioso si podemos «compartir» nuestra comida con los chicos de la aldea. Sin problema nos dice.

Ya no hay iPad que valga, lo primero es lo primero, y en este caso la comida.
Compartir es una palabra muy bonita y por eso lo he puesto, pero en estos casos, es como darle las sobras a los perros, crudo de decir, crudo de leer. Pero ese es el sentimiento que me acompaña al ofrecerle lo que nos sobra a gente que nos está mirando fijamente mientras comemos.
El ansia de comida por parte de niños y madres me hace un nudo en la garganta, no se que comen normalmente, o si lo hacen con frecuencia diaria, pero desde luego espaguetis con verduras no son.

Hay pequeñas peleas por un puñado de espaguetis a las que ponen fin las madres con un reparto algo más equitativo, no mucho, porque el mas espabilado es el que sale corriendo con las manos llenas.
Estas cosas me desarman y me emocionan a partes iguales.
Cuando los platos están bien rebañados (y no hablo de lavarlos en el río) volvemos a las canoas. Me apetece lo mismo que que me pelen la espalda con un cuchillo de sierra oxidado y con el mango roto, pero es lo que hay! El sol no perdona, y mi pequeña Geisha particular (Oruga) va asfixiada con su «precioso» paraguas dandole sombra. Eso si, se mueve mas que un quemado de primer grado en un tanque de pirañas, tendrá muchas cosas buenas, pero la gracilidad no es uno de sus puntos fuertes! Yo tengo miedo a caer al algua, el tono marrón mierdoso no anima, pero las pompas que se han formado por la mezcla de jabón, aceite y combustible, tampoco invitan al baño.
El camino de hoy es un coñazo, ver algo de bosque nos animaba y nos daba sombra a la vez, pero este pasaje de sabana africana es un poco aburrido, y se suceden km y km de rocas y arena solamente adornados por algún matorral grisáceo que ha conocido tiempos mas esplendorosos.
Oru esta deportista hoy, y decide hacer de gondolero un rato.., uf hoy veo que me caigo al río y para desinfectarme me rocían con gasolina de coche (esa misma que llevamos en la parte de atrás del coche metida en una botella de agua, justo al lado de las botellas de agua de verdad, seguridad ante todo amigos!) y me prenden fuego! No se le da mal, pero no conseguimos nuestro propósito, que era avanzar… Cuando Oru remaba el remero paraba… Caballero!!!!! Que no es así!! Cuatro brazos, mejor que dos brazos, o es que no has visto Dos tontos muy tontos?? 😋
Los poblados se suceden, y cuando hablo de poblados hablo de una caseta hecha de madera y paja, unos cuantos niños, una pareja, gallinas y si hay suerte un cebú. Y así van pasando, o más bien vamos pasando. Nosotros miramos y ellos se dedican a pescar, cocinar, lavar o simplemente vernos pasar.
Se ha levantado aire y las corrientes del río siguen sin aparecer, al igual que los cocodrilos que tampoco están por la labor de interrumpir sus vacaciones por nosotros. Casi mejor, porque no me veo en la canoa y paralelo a nosotros nadando el cocodrilo, algo me dice que me iba a poner algo nerviosa e iba a acabar dandole con el remo en la cabezota como en los dibujos animados, pero a diferencia de estos yo no se correr por encima del agua.

Ahora vamos contracorriente y esto es un infierno no avanzamos, y es normal porque ahora le tiene que dar caña a lo bestia y el pobre lleva ya unas 7h remando, no me extraña que estos chavalotes tengan esas espaldas aquí el gimnasio se llama remo.
Dos amagos encallar después llegamos a una playita, una vez mas para bajar tenemos que meter las piernas en el fango hasta las rodillas. Madagascar es genial te ofrece gratis lo que en España te cuesta una pasta y mi tía yendo a Archena a darse baños de barro!

Max ese guía taaaan fiable que tenemos y que ahorra saliva al máximo nos prometió que aquí había un pequeño poblado donde tomarnos una cerveza fría. Y es verdad, solo que se le olvido decirnos que el poblado esta a tomar por culo y que sus chicos nos iban a llevar por el «atajo». El poblado está y es mas mucho mas grande que la media, hacemos nuestra entrada triunfal por el medio del pueblo, como si fuéramos los soldados que vuelven de la guerra. Aunque realmente es como si el circo hubiera llegado a la ciudad y hace su paseíllo para conseguir vender nosotros, la diferencia; que en vez de pasear un elefante por la calle mayor del pueblo pasean Vazah. Sospecho que aquí no viene mucho blanco… Pero nunca he sido muy avispada, así que a lo mejor no es por eso.

Un séquito de niños nos sigue al «bar» al grito de «Vazah Bombó», nos conducen dentro del bar, una especie de granero sin ventanas, con una mini barra llena de roña, un par de mesas y algunas sillas de plástico. No debe de venir mucho humano, pero si debe de ser el punto de encuentro de las gallinas y cebús de la zona, así que salimos a la improvisada terraza, porque el olor es casi insoportable. Somos los bichos raros, así q nos tratan con cuidado y nos sacan ellos una de las mesas y 6 sillas. Al hombre se le pone cara de dólar cuando pedimos tres birras y decide cobrarlas a precio de oro, 5000ar por botella, el sitio más caro donde las hemos pagado. No están frías pero entran como si lo estuvieran.

Los niños trepan por la terraza, piden bombones, botellas de agua vacías, fotos… Ya no saben que mas pedir! Mientras los demás cargamos con los sacos (literal) que contienen nuestra birra para la cena, Mikel y Mónica compran caramelos para los críos. De repente me giro y veo a Monica rodeada de niños que le trepan como hormigas para arrancarle la bolsa de «bombó». La pobre esta agobiada, pero finalmente sale airosa de la situación y ponemos camino de nuevo a la playa, esta vez por el camino normal.

De camino esquivando cerdos, carros de cebús, pollos y basura en general nos encontramos con un chico del pueblo que se presenta uno a uno y le dice a Guillem (que es el único que le entiende) que es guía y que si queremos al día siguiente nos enseña el pueblo. Ahá… Gran trabajo el tuyo colega, eres guía de un pueblo al que prácticamente no vienen blancos? Quizá deberías darle una vueltecita mas al futuro que has elegido para ti, o al menos ser guía en un pueblo con mas de 5 calles…

A pesar de decirle que no, nos acompaña hasta el campamento en la playa, y se queda por allí merodeando. Nosotros metemos las cervezas en el río para calentarlas, que es básicamente lo que conseguimos.

En nuestra ausencia Pepa la gallina ha causado baja y hoy cenaremos patatas fritas con pollo, pero no creo que tenga relación esta pequeña casualidad… 😜

Me he hecho un amigo en el pueblo, un perro que nos ha seguido todo el camino de ida al pueblo y toda la vuelta. Aquí los perros no son muy «animal de compañía», mas bien solo la primera parte, así que en cuanto me acerco a el recula, pero ve los huesos de pollo en mi mano, así que le empiezo a caer mejor. Ya se que no hay que darle huesos de pollo a los perros porque se astillan, pero eso solo es válido para los perros pijos como los que tenemos en Occidente. 😋
El perro cada vez se acerca más a nosotros, pero sin quitarle el ojo a los malgaches, ya que sabe que a la mínima se lleva una patada voladora. Ya somos amigos, se ha acercado a olerme y duerme detrás de mi en la arena mientras vamos bajando las cervezas a la luz de la luna y de un montón de estrellas, esas que no nos sabemos por ser las que no vemos nunca.

A media noche tenemos pipí y pareja que mea unida, permanece unida. El espectáculo es impresionante, se ven cientos de estrellas ahora que la luna también se ha ido a echar una cabezada… Zzzzz


  
  
  
  
  

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