¡Buenos días!
Nos despertamos a las 6:00 de la mañana para salir con destino a El Calafate y Perito Moreno.
Ayer Edmundo nos dejó el desayuno preparado y comemos algo antes de que llegue el autobús que había quedado entre 6:30 y 6:45 en pasar por nuestro hostal.
La excursión (47.500 cpl por persona) nos la reservó también Edmundo. Por suerte la pudimos cambiar de día pues aquí en Puerto Natales hace un día terrible con muchísimo viento y cayendo aguanieve.
A las 6:40 aparece el bus y una chica nos coge los datos, los vouchers y nos recuerda sí llevamos los pasaportes. Todo en orden.
Tardamos como una hora y cuarto en llegar a la frontera. Hemos tenido que recoger a unos cuantos excursionistas mas, pero el trayecto en sí no lleva más de 45 minutos.
Al llegar a la frontera nos damos cuenta de que la chica ya no está y a cambio nos han puesto a un señor que no se le entiende una mierda cuando habla. Entre el acento cerrado, que habla ultra rápido y además que habla «para dentro», nos cuesta entenderle cuando explica que los chilenos (el resto del bus) tienen que rellenar un papel y que los extranjeros (nosotros dos) tenemos que entregar el papel que nos dieron en la aduana.
Caracola le dice que lo mismo lo podían haber avisado en el hostal porque no sabemos sí lo llevamos encima. Por suerte, si. El Moái de Lucy funciona que te cagas :)
Primero paramos en el puesto fronterizo de Chile que aún no ha abierto (abren a las 8 y cierran a las 22). Esperamos 10 minutos y bajamos del bus. Después salimos volando directos a El Calafate. ¡Joder que viento! Prácticamente no se puede ni caminar los 15 metros que hay del bus a la entrada.
Tras arrastrarnos por el suelo casi literalmente, llegamos a la entrada y hacemos cola. Hacemos cola. Hacemos cola. ¡El tipo tarda como 15 minutos en atender al primero! Sospechamos que le han dado este destino después de joder el aeropuerto internacional de Santiafo en un solo día. ¡Es ultra lento!
Por suerte parece ser que es solo el primero y después la cosa se agiliza bastante.
A continuación avanzamos 5 minutos en bus y volvemos a parar en el puesto fronterizo de Argentina. ¡Que bueno que viniste! :D
Aquí, hace viento pero no tanto (?) aunque el sistema es más o menos lo mismo; 15 minutos para el primero y 1 para el resto (??). Es curioso ver que no hay luz en la caseta y por supuesto, tampoco ordenadores. Sólo un libro de registro. Flípalo.
Regresamos al autobús y no volvemos a parar hasta una gasolinera donde repostamos a las 10:00 y aprovechamos para tomar dos cafés y un alfajor.
Lo del alfajor, lo compro porque me sonaba de gente que me había llevado alguno hace años y me hace gracia probarlo de nuevo. Le doy un bocado y lo guardo. ¡Su puta madre! ¡Es la cosa más dulce que he probado en mi vida! ¡Con un alfajor como este Jesús Calleja hizo una expedición al Himalaya en manga corta! Seguro que a Neil Armstrong le dieron uno para su viaje a la luna ¡para todo el viaje!
Tomamos el café y mientras escudriñamos el paisaje conseguimos averiguar el dilema que siempre nos planteó Rubén con el vino turbio gallego. ¡Es de aquí! Las fotos lo demuestran todo ;)
Llevamos casi 4 horas de viaje y aún faltan 3 horas más. Definitivamente el viaje se hace largo. Y más porque el conductor es un puto tarado que va dando tumbos y rápido. No mola.
Llegamos a El Calafate sobre las 12 de la mañana, casi 6 horas después de nuestra partida. Aquí es donde recogemos a nuestra guía que nos acompañará en la visita al Perito Moreno. Nos explica las dimensiones del parque natural y nos señala el Lago Argentino, el más grande del país y tercero de Sudamérica. Se trata de un lago glacial, pues es alimentado por el hielo y nieves arrastradas por los 3 glaciales del parque. De ellos, el Perito Moreno es el más pequeño de todos pero a diferencia el de mas fácil acceso. De hecho nos indica la posibilidad de poder realizar un tour en barco por la pared sur del glaciar, viéndolo de abajo a arriba mientras que en las terrazas habilitadas se muestra con una visión desde arriba.
El tour vale 180 pesos argentinos que hay que sumar a los 215 de la entrada al parque nacional. Para hacernos una idea 10 pesos son 10 euros aproximadamente.
Después de las horas de viaje todo el bus compra el tour a excepción de un par de personas. Normal.
Nos comenta que curiosamente el Perito Moreno nunca fue visto por el explorador en cuestión sino que el explorador ingles que lo descubrió tuvo a bien otorgar el nombre a su colega por todo el trabajo realizado. Eso si que es ser un buen tipo.
Desde El Calafate hasta el perito hay como 60 kms y los últimos de montaña donde el conductor va dando rienda suelta a su conducción deportiva. Tanto que Caracola temiba medio mareada y yo, y por lo que veo otros pasajeros, estoy a punto de empotrarle la cabeza contra el cristal.
Llegamos sanos y salvos 30 minutos después y vemos los primeros retazos de la inmensa montaña de hielo azul. Ya de lejos apunta maneras.
Con unas breves explicaciones sobre el itenerario a seguir entre las terrazas, salimos corriendo hasta la terraza principal que te permite verlo de frente desde la zona más alta.
No nos hace falta llegar al mirador para darnos cuenta de la majestuosidad del glaciar. Es imponente. Ya habíamos visto glaciares en Nueva Zelanda y Canadá. Una mierda pinchada en un palo :P
La principal diferencia es que el Perito Moreno termina en el lago, como en Nueva Zelanda en el Monte Cook o el Foxier que termina en el mar directamente, pero aquí puedes verlo de frente y muchísimo más cerca. No se lo digo a Caracola para que no me llame friki una vez más pero es clavado al Muro de Juego de Tronos. Casi 20 metros que emergen del mar en torres de hielo, como el frontal de la Sagrada Familia. ¡Y hacia abajo mas de 70 metros!
Vamos recorriendo las distintas terrazas hasta llegar a la de mas abajo donde estas aún más cerca y no nos cansamos de mirarlo y fotografiarlo.
De repente oímos un trueno y vemos como un trozo enorme de hielo cae al lago hundiendose y reapareciendo como un témpano flotando en el lago uniendose al resto allí flotantes con sus formas caprichosas.
Acojonante.
Llegamos hasta una terraza inferior donde apenas te separan 200 metros. Como ya son las 14 y casi no hemos comido, sacamos un bocata que preparó Caracola y nos lo comemos apoyados sobra la barandilla. La llovizna y el frío ni nos inmuta.
Volvemos al bus a las 14:18 y ya está todo el mundo en el bus. Habíamos quedado a las 14:15. Que ansias.
Volvemos hasta el puerto que está a 7 kms. de los miradores y ya está el barco listo para zarpar. Odió estas excursiones. No tienes tiempo para nada.
Entramos al barco y después de la charla de los fotógrafos y las indicaciones de seguridad, podemos salir a cubierta y disfrutar del paisaje. Hace mucho frío y la velocidad del barco nos hace sentir la lluvia más fuerte de lo que realmente cae. Aún así no cedemos y pasamos todo el camino arriba disfrutando del paisaje.
El barco nos deja a apenas 100 metros del glaciar, rodeados por témpanos que han ido cayendo. Podemos ver la altura en perspectiva y sin duda quedamos boquiabiertos. Es realmente bonito.
El barco da un paseo completo por toda la cara sur durante media hora y cuando ya estamos totalmente mojados y congelados, no queda nadie en cubierta ya, decidimos volver adentro justo cuando empieza el regreso del barco. Ha merecido la pena.
Desde el puerto vamos de nuevos El Calafate donde nos dan unos míseros 30 minutos para fundirnos los pesos argentinos que nos queden. La idea era tomar un café pero no vemos un sitio chulo y con los 30 minutos que tenemos apenas los da tiempo para comprar un par de pegatinas para las maletas y un detallito para la gente.
Al final pasamos por una cafetería bastante pija y le pido un café solo para llevar. Me sablean 3€ :P
Subimos al autobús del infierno (es un minibus donde vamos unas 15 personas con menos espacio que los vuelos de Ryanair.
Nos quedan como 5:30 para llegar hasta Puerto Natales.
El camino va un poco accidentado porque el tarado del conductor va pisándole sin preocuparse de la lluvia y de repente el bus da unos tirones y el tío reduce la velocidad. Vamos así hasta una gasolinera y allí le vemos apretar las tuercas a las ruedas delanteras. Su puta madre.
A partir de ahí va más tranquilo. Al poco rato paramos en la frontera argentina donde están los mismos tipos que por la mañana. ¡Llevan 12 horas aquí metidos! Y para colmo, a pesar que son casi las 21 y fuera no se ve nada, ¡siguen sin luz! Ahora está claro por qué no tienen ordenadores…
En la frontera chilena, comparada con esta, se están montado un fieston. Ordenadores, bombillas y hasta un escáner tienen. High Tech bro…
A las 22:15 llegamos a Puerto Natales desde las 6:30 y claro, estamos petados. Ducha y arreglar las mochila para mañana que nos vamos a Torres del Paine.
¡Buenas noches!