Dia 11. La boda.

Aunque ya muchos de vosotros lo habeis visto, Caracola y yo queremos contarlo un poco mas desde dentro.

Por la manana, siguiendo la tracicion de CyO para los dias importantes, nos quedamos dormidos. Buena senal. Las cosas iban segun lo previsto. Asi que recogimos cagando leches y salimos disparados por nuestro certificado de matrimonio LEGAL, que tardamos en recoger unos 10 minutos (sin saberlo, mas o menos lo que duraria la ceremonia mas tarde…). Desde alli nos acercamos a la capilla a presentar los papeles y de paso ver en directo donde nos ibamos a casar. Como lo basico lo teniamos hecho, decidimos desayunar/comer/merendar/cenar (la unica comida de ese dia), en un restaurante cubano justo en frente de la capilla. Asi que nos metimos entre pecho y espalda un arroz a la cubana (sin tomate!!!) con su platano frito, que nos supo a gloria. Como curiosidad, el arroz a la cubana, solo se llama «a la cubana» en espana. Fuera, es simplemente arroz blanco con huevos. :)

Continuamos nuestra ruta en busca de nuestros trajes de boda, algo que no nos imaginabamos lo complicado que podria ser. Comenzamos la busqueda como a las 14, y la finalizamos, con todos los complementos, a las 18, una hora antes de que la limusina pasara a buscarnos (no os podeis imaginar lo dificil que es EN LAS VEGAS encontrar una tienda de disfraces y una peluca de Marilyn). Entre busqueda y busqueda fuimos a hacer el check in en nuestro hotel, el Palazzo. Oruga estaba un poco mosqueada porque en niguna guia, hacian ni una sola referencia al hotel, pensando que habia cogido un hotel chulo para la noche de bodas. Cuando llegmaos al hotel nos quedamos flipados, porque no tenia nada que ver con los otros hoteles que habiamos visto. No habia ninguna tematica especifica y sin embargo era impresionante. Mas tarde, descubririamos que el Palazzo, no es mas que la parte pija del Venetian.

Al abrir la puerta de la habitacion, casi nos da un pasmo. Era mas grande que nuestro piso de barcelona (lo cual tampoco es muy dificil, todo sea dicho). Un impresionante bano a la derecha, con banera, ducha television, habitacion de pensar (el water para los no muy avispados) y un tocador enorme con luz. Para los que conoceis nuestra casa, era mas o menos como el salon y la habitacion juntos. Dentro la habitacion, tenia 3 ambientes. El primero donde estaba la cama, en la que se podia hacer la croqueta 4 veces, armario empotrado que cabia un pony, su tele y divan. Bajando tres escalones, estaba el salon con su chaise lounge enorme y otra tele encima de un mueble bar repleto. Un poco mas alla, pegando a la ventana, que era la pared entera, estaba el despacho, con vistas al Strip y abajo las 4 piscinas y los 2 jacuzzis, que tenia su impresora multifuncion, su telefono (con dos lineas),… Vamos todo lo necesario para trabajar desde alli.

Cuando cerramos la boca y dejamos un poco de flipar (recordamos que estamos durmiendo en moteles sixt), salimos disparados a coger los ultimos accesorios. A la vuelta, una hora antes de que pasara la limusina, nos arreglamos para el evento. A las 19 en punto recibimos una llamada del chofer diciendonos que en 15 minutos estaba en la puerta del hotel. Asi que apuramos un ultimo cigarrillo y salimos de camino.

Nada mas bajar, empezamos a notar, TODAS Y CADA UNA de las miradas clavadas en nosotros. Oruga va mas tranquilo. Las gafas le protegen. De camino a la entrada, pasamos por el lobby donde hay una cascada impresionante. Nos hacemos un par de fotos y de repente sucede algo increible. Una pareja se nos acerca y nos pide si pueden hacerse una foto con nosotros. «Of course!!!» Asi que nos ponemos a posar para la foto y nos vamos a la entrada flipando y riendonos de nosotros mismo. Fuera del hotel hace un calor abrasador y las miradas de los botones, intimidan por lo que Chelvis y Cherilin deciden esperar dentro.

Cuando llega la limusina, el chofer nos abre la puerta amablemente y entramos mientras suena «Love me tender». No podia ir mejor. La limusina por dentro muy chula, llena de lucecitas que iban cambiando de color.  Llegamos como en 10 minutos y nos atiende el recepcionista que intenta vendernos todos los suvernirs para nuestra, habidos y por haber. Cogemos el paquete que habiamos contratado y le anadimos un mes de visualizacion del video de la boda, para que os podais reir vosotros tambien.

Tras arreglarlo todo, esperamos que llegue nuestro turno. MIentra, le pedimos a una pareja que nos haga una foto. La chica termina haciendose una con nosotros (y van dos). Esperando un rato mas, sale la pareja anterior, un par de catalanes cincuentones que suponemos estaban renovando sus votos. Al vernos, nos piden una foto, con nosotros (y van tres). Durante toda la noche las peticiones se iran sucediendo en los diferentes hoteles por los que fuimos deambulando. Yo creo que habra unas 5000 fotos (en serio, por lo menos 100) de Caracola y Oruga casamenteras. De hecho, hasta en el bar del Treasure Island, la camarera se trajo su camara para hacerse una foto con nosotros. Nosotros que pensabamos que casarse de Elvis y Marilyn era lo mas comun!!! Pardillos….

Cuando llego nuestro turno, antes de encender la webcam, el «fotografo profesional» nos hizo unas cuantas fotos en posturas mas que ensayadas y reiterativas. El colmo fue con Oruga de rodillas agarrando el ramo mirandonos con ojos golosones. Nos daba tanto la risa que tenia que repetirlas (el todo serio como si estuviera desactivando una bomba nuclear).

De la ceremonia, poco mas que no hayais visto. Solo una cosa, la impresion de nuestra boda fue muy diferente al teatrillo que habeis visto. Sera porque era nuestra boda :)

Despues de la boda, nos llevaron de nuevo en la limusina al hotel y comenzo lo bueno. Decidimos emborracharnos para dejar de sentir las miradas en nuestro cogote. Que cono nuestor cogote, en nuestra puta cara!!! Asi que empezamos por el bar de nuestro hotel. Cuando empezamos a olvidarnos de que eramos Chelvis y Cherilin, una americana histerica se nos acerco para hacernos una foto, primero con su novio y luego con ella y su novio. Terminamos la cerveza y cambiamos al Treasure Island, el hotel de enfrente. Para llegar a el, tardamos como 20 minutos, entre los posados y los robados. De verda, alucinante.

Dentro, buscamos la mesa de Otto (ver post anteriores) en la que habia una cincuentona despelujada que nos dio buen rollo (en la mesa de al lado habia una croupier china y oruga tiene la teoria de que dan mala suerte los chinos). Asi que, cuando hubo un hueco, pusimos nuestros 40$ en la mesa y nos dispusimos a beber, digo a jugar. Basicamente Oruga ponia fichas en la mesa mientras Caracola acosaba a la camarera. Gracias a que compartiamos mesa con la chica trebol de cuatro hojas (os lo juramos, le tocaron todas las putas manos!!!), y comenzamos a apostar en los mismos numeros que ella, 6 cervezas despues, habiamos ganado 35$. No esta mal, sobre todo teniendo en cuenta que nosotros ibamos a beber gratis (no perdiendo pasta)

Abandonamos «en la cresta» y finalizamos la noche con un par de cervezas en el bar del Treasure Island, donde la camarera se hizo una foto con nosotros como comentamos antes.

De vuelta al hotel, fotos y mas fotos. Paramos 10 minutos a ver el espectaculo del hotel, donde unos bailarines bailan en los dos barcos de la entrada, simulando una batalla con sus canciones, bailes y fuegos artificiales (ademas de un par de saltos mortales con triple tirabuzon 9G desde el palo de mayor).

Decidimos que no habiamos disfrutado nada de nuestra habitacion/casa.

Buenas noches.

PD: Caracola no esta contenta con el post. Dice que es como un dia cualquiera y no lo fue, os lo garantizo. Los detalles, en persona.